martes, 7 de julio de 2009

LA CENTRAL DE LAS MIL Y UNA GRIETAS

Este es otro nombre con el que se conoce a la Central Nuclear de Garoña. A José Luis Rodríguez Zapatero se le podría llamar el presidente de los mil y un engaños. Ante las presiones del lobby nuclear y las de los electores antinucleares, ha optado por quedarse en medio, prorrogando hasta 2013 la vida útil de la central, demostrando una vez más que carece de convicciones y cualquiera puede conseguir desviarlo de sus propósitos iniciales. En este caso, de los del programa electoral y de investidura, en los que se comprometía a abandonar la energía nuclear. Se desdice también de sus intervenciones en el Congreso, Senado y en los medios de comunicación, donde aseguraba que se cerraría en 2011.
Él mismo había reconocido los problemas de seguridad de la central y afirmado que estaba amortizada y era prescindible. El CSN ha salido en ayuda de las compañías eléctricas que explotan la central, facilitando al presidente este incomprensible viraje con un informe que avala su seguridad. Permítannos poner en duda el informe a la vista de otros más atendibles. Estos afirman que la central sufre un proceso de agrietamiento múltiple por corrosión que afecta a diversos componentes de la vasija del reactor, sin solución. Además, el reactor es de un tipo muy antiguo y fuera de normativa.
Las voces alarmadas de los defensores de prorrogar 10 años su vida útil inciden en la irresponsabilidad que supone su cierre por los problemas de suministro que va a acarrear; pero lo cierto es que exportamos en 2008 una cantidad de electricidad equivalente a 3 centrales como Garoña, que su aportación al total del consumo no supera el 1,4%, y su cese está compensado por el crecimiento de las renovables. Con esta prórroga, queda en entredicho el modelo energético basado en éstas y en la eficiencia energética, única opción sensata y respetuosa con las futuras generaciones en tanto la tecnología de fusión nuclear no esté desarrollada.
Es justo decir en descargo del presidente que los partidarios de la energía nuclear están afilando sus argumentos contra los antinucleares hasta extremos asombrosos y no es extraño que afecten a su falta de voluntad política. En las últimas semanas, he visto un artículo en el que se concede el mismo valor científico a los argumentos para el cierre que a los antievolucionistas del "diseño inteligente". Eso sí es pasarse atacando. Lo que sobra para avalar el cierre son argumentos científicos y lo que sobra a los partidarios de la prórroga son argumentos económicos, de rentabilidad empresarial. Si, a continuación, se afirma que Chernobyl fue una excepción, además de omitirse el problema de los residuos, se está haciendo una afirmación temeraria. La catástrofe de Chernobyl vino por un fallo humano al desconectar los sistemas de seguridad para realizar una prueba. Y no hay vacuna contra los fallos humanos. Y, aunque lo de Chernobyl fuera una excepción irrepetible, no existen excepciones creacionistas a la evolución de las especies. La comparación es, por tanto, un disparate y una muestra de que el debate nuclear no está siendo sereno.

2 comentarios:

Emiliano dijo...

Bien, me ha gustado. Me parece que falta algún comentario sobre la postura actual del Presidente de la moratoria nuclear, Felipe González. Además, desde Extremadura creemos que, para abaratar costes se debían construir centrales en los grandes núcleos de consumo. Se me ocurre que el cementerio nuclear se podía ubicar en los sótanos de la antigüa Dirección General de Seguridad en la Puerta del Sol.
Emiliano

Emiliano dijo...

Bien, me ha gustado. Me parece que falta algún comentario sobre la postura actual del Presidente de la moratoria nuclear, Felipe González. Además, desde Extremadura creemos que, para abaratar costes se debían construir centrales en los grandes núcleos de consumo. Se me ocurre que el cementerio nuclear se podía ubicar en los sótanos de la antigüa Dirección General de Seguridad en la Puerta del Sol.
Emiliano