domingo, 30 de mayo de 2010

CERTEZAS

De las imágenes de esta semana convulsa que termina, me quedo con la de la ministra de Defensa, Carme Chacón, presentando el equipo del soldado del futuro. Y la retengo porque me produjo una cierta desazón.
En el escenario en que vivimos, nacional y mundial, muchas dudas nos asaltan, sobre el futuro: Ignoramos si, tras desvanecerse nuestro sueño de prosperidad, el ajuste nos hará retroceder a los niveles de renta de los 70, los 60, o nos quedaremos en los de los 80; ignoramos si, en el mundo que se avecina, habremos logrado superar el reto de salvaguardar el planeta sin renunciar a un cierto bienestar; si lograremos salvar el Estado del Bienestar de la incompetencia y la rapiña; si tiene solución la clase política y sus adláteres o si lograremos el éxito de la alternativa a un gobierno y una oposición justamente desprestigiados…En fin, dudas que me mantienen en el filo entre el optimismo y el pesimismo.
Pero, frente a todas las incertidumbres, esta imagen, que se antoja pintoresca y disonante con el entorno, me inquieta, y no por lo que se ha comentado de la dificultad de poner en práctica tan costoso programa en la actual situación económica, sino porque nos transmite la certeza de que, sea cual sea la solución que se vaya dando a los problemas que ahora nos ocupan, en el mundo que nos espera seguiremos por los mismos derroteros de enfrentamiento que, desde la Prehistoria, han caracterizado a esta especie que tanto ha progresado desde el hacha de piedra y la honda hasta el soldado conectado a Internet. Y me resulta inverosímil que mostremos como éxito lo que tanto nos ridiculiza y descalifica.
Y más ahora cuando la guerra, esa enterradora a la que alguien, con gran ingenio para la paradoja, llamó “partera de la Historia”, puede alumbrar, si nos descuidamos, un mundo donde las cucarachas reinen.
Frente a esa certeza, sin embargo, prefiero quedarme hoy con la de la inteligencia, que también nos ha caracterizado, y el empeño de muchos para que prevalezca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Malos tiempos para la lírica. Si no mejoramos lo que hemos recibido, mantener este mundo tal como está, al menos, es un objetivo. Me ha gustado mucho.